Se necesitan pocas agallas para desaparecer después de tanto tiempo, pero no desaparecer como los muertos que se van enteros, sino como un mal ermitaño sin ser de aquí ni de allá, tener dos casas, dos caras, dos costumbres cada una completamente alejada de la otra y muchas veces contraria.
domingo, 27 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario